Los espárragos

La palabra espárrago deriva a su vez de aspharagos o asparagos y el término griego se originó en el persa asparag que significa «brote».

Ha sido usado desde tiempos muy antiguos como verdura culinaria, debido a su delicado sabor y a sus propiedades diuréticas. Existen ya recetas para cocinar espárragos en el libro de recetas más antiguo que se conserva, De re coquinaria , libro III, escrito por Apicio en el S.III.


La mejor época para consumirlos es durante la primavera. En los demás meses puedes disfrutarlo en forma de conserva, por ejemplo.

En la actualidad los consumimos de dos maneras, blancos o verdes, también llamados trigueros, el espárrago es blanco mientras lo cubre la tierra, en el momento que le da la luz se vuelve verde, por lo que hay que cogerlo antes de que la vea.

Tiene una campaña muy marcada en la primavera y los primeros son los mejores, aunque ciertamente como se ha acortado el periodo de recolección la calidad es muy alta en todos los casos.

Historia

El espárrago verde es nativo de la zona del Mar Mediterráneo. Más precisamente cerca de los ríos Tigris y Eufrates. En los antiguos Egipto y Grecia se usaba como alimento y como ofrenda para los dioses. Fueron los romanos quienes popularizaron esta planta debido a sus propiedades medicinales y la llevaron por todo Europa. Con el declive del Imperio romano, el consumo de este vegetal descendió notablemente.

No obstante, en el siglo XII volvieron a adquirir fama por sus cualidades en la gastronomía. Ya en el siglo XVII los espárragos se convirtieron en uno de los alimentos más consumidos por los burgueses y las clases altas de la sociedad.

Hasta el siglo XIX el único tipo de espárrago que se conocía era el de color verde. Sin embargo, gracias a un cambio en la forma de cultivo (bajo tierra) surgió la variedad blanca. La diferencia está relacionada a cuanto contacto con el sol tiene la planta (el verde es por la clorofila).

Hoy en día esta verdura se cultiva en regiones templadas y sus principales productores son Italia, Alemania y Francia.

Beneficios de los espárragos

Nos aportan fibra

Ayudan a regular el tránsito intestinal gracias a la fibra que está presente en su composición lo que evita el estreñimiento, mejora las hemorroides, los divertículos en el colon y el síndrome del intestino irritable. La fibra es muy importante también para ayudar a reducir el colesterol y controlar el azúcar en sangre.

Es diurético

Gracias a su gran cantidad de agua, es un alimento que ayuda a la eliminación de líquido de nuestro cuerpo, por lo que es ideal para personas con problemas de retención, hipertensión, edemas y problemas renales.

La gran cantidad de potasio que posee y el poco sodio que contiene en su composición nutricional ayuda también a la eliminación de líquidos y puede ayudar a evitar el típico hinchazón del síndrome premenstrual. Aporta esparragina, que induce a la producción de orina.

Nutritivo

Consumir este alimento de manera habitual, ayuda a nutrir nuestro cuerpo con muchos de los nutrientes esenciales que nuestro organismo necesita. Destacan el ácido fólico, la fibra, cromo, potasio fósforo, hierro, magnesio y vitaminas A,C,E y k.

Antioxiante

Los radicales libres atacan nuestras células y causan envejecimiento. Los espárragos aportan muchos antioxidantes que tienen la capacidad de neutralizarlos. Nos aportan B-carotenos que son muy beneficioso para la piel.

Bueno para nuestros huesos

La vitamina k contribuye a que tengamos unos huesos fuertes y sanos, muy beneficioso tanto en periodos de crecimiento como en etapas de madurez, sobre todo durante la menopausia.

Mejora el estrés

Gracias al ácido fólico presente, se obtienen muchos beneficios a nivel cognitivo: nos ayuda a conciliar el sueño y combatir el insomnio, lo que provoca que se reduzca el estrés.

No debemos olvidar que el ácido fólico es imprescindible en etapas tan importantes como es el embarazo ya que mejora la salud de las mujeres embarazadas y el desarrollo del feto.

Nos ayuda a mantener un peso saludable

Desde el punto de vista nutritivo, el espárrago es uno de los alimentos más bajos en grasas que podamos consumir gracias a que carece de grasas y nos aporta una baja cantidad de hidratos de carbono, unido a la cantidad de proteínas que contiene, hace que sea un alimento muy adecuado en dietas de control de peso.

Por otro lado, a consecuencia de la gran cantidad de agua que nos aporta, la reducida cantidad de sodio que posee y la elevada de potasio equilibra la cantidad de líquido en nuestro organismo. Todo esto, añadido a la fibra que aporta en la dieta que ayudará a aumentar nuestra sensación de saciedad y a evitar el estreñimiento, hace que sea un estupendo alimento para que podamos mantener un peso saludable.

 

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